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Boletín de la Editorial Plaza Mayor
30 de Noviembre de 2003
Presidenta: Patricia Gutiérrez
www.editorialplazamayor.com




INDICE

/Editorial:
DE BUENA FE

PALABRAS DE PRESENTACIÓN A NUESTRAS COLECCIONES

PALABRAS DE PRESENTACIÓN A "UN CIERVO HERIDO"

//Noticias:
CONVERSATORIO ACERCA DE "MEDIOS MIXTOS: ENSAYOS
DE COMUNICACIÓN Y CULTURA".

ANTONIO MARTORELL PRESENTARA LIBRO DE PLAZA MAYOR

LIBROS DE TEXTO EN LA CONVENCIÓN DE ESCUELAS
CATÓLICAS

///Novedades:
Frances Bragan Valldejuly
KEKA EN EL MUSEO DE ARTE DE PONCE

Luis Manuel García Méndez
EL ÉXITO DEL TIGRE

Antonio Álvarez Gil
LAS LARGAS HORAS DE LA NOCHE

Eliseo Colón
MEDIOS MIXTOS: ENSAYOS DE COMUNICACIÓN Y CULTURA



/Editorial

DE BUENA FE

Acaba de cerrar sus puertas la edición del año 2003 de la Feria Internacional
del Libro de Miami.

Atendiendo a esta cita cultural, y a otras similares que se avecinan para
el mundo de la literatura, en Guadalajara y La Habana, comentamos en este mismo
espacio, en octubre pasado: "Nuestro propósito es eminentemente cultural
y nuestros esfuerzos seguirán orientándose a que tanto en la Feria de Miami
como en La Habana se preste más atención a lo cultural y no a la politización
de la cultura".

De cierto modo resultó profético el comentario.

Si no árida, es ardua y penosa la obligación de insistir en tales advertencias,
y en explicar continuamente posiciones intelectivas. Pero las realidades del
contexto lo imponen, más cuando se trata de un tema como Cuba en el panorama
sociopolítico contemporáneo.

Muy a pesar de los dogmas, las detractaciones y los rencores que sólo terminan
volviéndose contra quienes los sostienen y alientan, llegará el día en que los
espacios culturales del arte puedan trascender sus expresiones sin interferencias,
según su naturaleza renovadora, sanadora y constructiva.

Durante la presentación de nuestros nuevos títulos y sus autores en la Feria
de Miami, no se nos dejó leer el breve texto que nos correspondía para
colocar al público en las referencias necesarias de nuestras colecciones
relativamente jóvenes.

El hecho, evidentemente motivado por interpretaciones que de manera deplorable
asocian la gestión cultural de Plaza Mayor con nuestras posturas políticas personales,
fue reflejado por medios de comunicación presentes en el evento.

Debemos reconocer, no obstante, las disculpas que de manera oficial y gentil
recibimos más tarde por parte de Alina Interian, directora de la FIL de Miami, el
doctor Eduardo Padrón, presidente del Miami Dade College, y los escritores
Alejandro Ríos y Ángel Cuadra.

Se hizo evidente también el interés de politizar a ultranza en las
entrevistas realizadas a nuestros autores por Radio y TV Martí.

Como una serpiente que se muerde la cola, pero cada vez más en la impaciencia
de saberse en extinción, estos entresijos políticos han trazado en el último
año transcurrido un arco que los une a lo largo de importantes citas
culturales, comenzando en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara,
en el 2002, la FIL de La Habana en febrero de 2003 y la recién finalizada
de Miami.

Ya en el umbral de otra cita en Guadalajara, consideramos útil, esclarecedor
e ineludible, dedicar la edición de noviembre de nuestro boletín a publicar
a modo de comunicados los textos que de buena fe servían para presentarnos
en Miami.


PALABRAS DE PRESENTACIÓN A NUESTRAS COLECCIONES

Buenas noches y muchas gracias a la Feria Internacional del Libro de Miami.

Hace tres años estábamos en esta misma Feria con un libro del músico cubano
Paquito D'Rivera. El libro fue aplaudido en Miami, por su humor, por la dulzura
de sus recuerdos y por la juguetona peripecia en jazz que es la vida de
Paquito D'Rivera.

Para más, el libro contenía un compacto, debo decir contiene, porque todavía
el libro anda en venta por las librerías, la Universal del amigo Salvat,
por ejemplo (en los negocios, los anuncios políticos pagados siempre son
de utilidad. Estoy segura que los Salvat lo agradecerán). Música que
seguramente hacía y hace más sabrosa su lectura.


Pero el libro que fue aplaudido en Miami, repito, tomaría tres años para llegar
a La Habana, donde dos veces -¡cabezona que soy!- intenté llevarlo a la
Feria del Libro. Al fin llegó, aunque algún comisario se empeñara en cuestionarlo;
al fin llegó, aunque sin el prólogo de Guillermo Cabrera Infante, quien a las claras
dijo a su querido amigo Paquito: "Lo siento Paco. Pero la editora es la hija de Menoyo
y yo no me meto en ese rollo". En la cita de Cabrera Infante había tanto humor
como en el libro de Paquito.


Reírnos de nosotros mismos, no llevar muy lejos las diferencias y luchar
a toda costa para que la diferencia no se enquiste y se vuelva rencilla, es el espíritu
que alienta la Colección Cultura Cubana de la Editorial Plaza Mayor, que dirijo
desde Puerto Rico.


En las citas bibliográficas se utiliza el corchete para encerrar dentro
de él ciertas conclusiones a las cuales se ha llegado por investigación de datos.
Así apelamos al latín con términos como sine loco, sine anno, circa, sic,
etc., etc... Me pregunto, al ver nuestra frágil Colección sacudida por las olas
de la política, ¿qué pondrá entre corchetes el que revise esta Colección dentro
de algunos años?


Como canta el trovador, esta Colección no es de aquí ni es de allá, porque,
más concretamente se consagra al tiempo suspendido de la literatura
y a la manera en que la literatura intenta defender, como sea, la idea
de una isla que es pura literatura. Tercamente la Colección Cultura Cubana
permite la entrada a cualquier escritor cubano de dentro y de fuera de
la isla en un esfuerzo por encontrarnos sobre el papel y por hallar
en la palabra una referencia humana.

Es una ocasión feliz estar hoy en Miami.


Hace apenas un año se ponía en entredicho la sinceridad de nuestro empeño
creador y se sospechaba de su sentido ancho y profundo. ¿Cómo era posible lanzar
un puente entre las dos orillas cuando habíamos hecho del odio un objeto de
veneración? La gloria de construir, a la que Martí siempre nos invitó, parecía
una semilla infecundable para muchas personas hace apenas muy poco.


Pero objetivamente la Colección está aquí. Cuenta cada vez con más
y mejores creadores y lejos de agitar la bandera de la patria, respira
en sí misma el mejor de los alientos al entender que no hay patria verdadera
sin patrimonio cultural.


La Colección está siendo un triunfo frente a la polarización política. Hace
unos días anunciamos los ganadores de nuestro Premio de Novela Plaza Mayor,
hecho inusitado  que estimuló la atención de las agencias cablegráficas,
las que seguramente encontraron ángulos de interés más allá de lo específicamente
literario. No está mal que sea así.


El quehacer literario en Cuba ha estado vinculado siempre no sólo al genio
de un pueblo creador, sino a los sucesos políticos de una isla convulsa,
en cada contienda, en cada campaña, muchas veces dolorosas, por su mejoramiento.
Búsquese así el Diccionario Biográfico Cubano, de Francisco Calcagno, publicado
en Nueva York a finales del siglo XVIII. Y otra vez, tuvo que ser fuera como
ocurre con nuestra humilde Colección; aunque ahora vemos una nueva disposición
de sectores culturales a desenterrar enemigos y a publicar obras de aquellos
a quienes se había condenado al silencio.


Esta noche tengo conmigo a tres creadores. Comienzo por los escritores en
estricto orden alfabético: de Cuba, Alejandro Aguilar, con  su novela
"La desobediencia"; Carlos Alé Mauri, de esa otra Cuba que es Miami, con su libro
de ensayos "El árbol del bien y del mal"; y a Gumersindo Pacheco, del séptimo piso
de esa otra Cuba que es también Miami, con su novela "María Virginia está de vacaciones".


Ellos serán presentados respectivamente por Ramón Alejandro, uno de los
más grandes pintores contemporáneos cubanos, quien además es un exquisito
escritor y también alentó una pequeña editorial que es una suerte de permanentes
juegos florales, muchas veces costeados por él mismo (dinero que podríamos
decir sale de su fruta bomba, es decir, las muchas fruta bombas que él
sabe pintar como nadie); Carlos Espinosa, crítico de arte, profesor, editor
e investigador que apenas necesita ser presentado, autor de importantes estudios
y compilaciones sobre la literatura cubana y  algunas de sus figuras señeras,
así como Aramís Castañeda, filólogo y crítico de arte.


De manera que estamos esta noche con un grupo que profesa su fe a la literatura,
a la cultura, a las artes, a la creación más pura; un grupo que entiende que hay
una obra inconclusa que se llama Cuba y un capítulo inédito que por mucho que
no nos pongamos de acuerdo en su título, gira, indefectiblemente sobre el
tema de la reconciliación.


Mas no son todos lo que están ni todos pudieron venir. Dos de los escritores
residentes en la isla, luego de una paciente espera de más de un mes, obtuvieron
permisos oficiales de salida sin impedimento de regreso pero, desafortunadamente,
la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana no les habilitó sus
permisos. Verdadera lástima, porque cada uno de ellos hubiera tenido algo que
decir esta noche. Me refiero a Amir Valle y a Guillermo Vidal. Algo similar
me ocurrió en La Habana cuando al conformar el programa de actividades nos vetaron
la participación de algunos autores cubanos. Así las cosas...


Sin embargo, (y les aseguro que digo sin embargo sin estar refiriéndome al
otro embargo), nada podrá deslucir este evento ni conseguirá la política
producir una impresión falsa de que estos escritores no están aquí, porque
los libros son audaces y la palabra escrita puede ser suprema. Aquí están
los libros de Amir Valle y de Guillermo Vidal, así como todos los demás que
conforman la Colección.  Es ésta también una forma de decir que esta noche
estamos en Cuba porque Cuba está dentro de nosotros.


Los dejo ahora con el primer presentador de nuestros autores, pero antes déjenme
repetir algo que dije en La Habana recientemente. Para ser más específica,
la tarde del 5 de febrero de 2003. Era una sala agolpada de escritores. Había
tensión. Tensión por quien yo era y por lo que yo pudiera decir. Pero ya me
habían dado el permiso, tengo que reconocerlo, y ya estaba allí. Y dije, y me
imagino que mi corazón tuvo que superar todo lo que allí había sufrido
mi padre y tantos más un día. Fue en la Sala Lezama Lima, antigua capilla
de lo que hoy es un Recinto Ferial, pero que un día fue la prisión de La Cabaña.


[...] Estoy de nuevo en Cuba  y ello significa para mí un acto legítimo de
identidad, una renovación compleja, pero siempre un abrazo esperanzador...
Sin embargo, este es un viaje que queremos fijar en la riqueza de la cultura
y no en la pugnacidad de la política [...]


[...] Pero la Colección Cultura Cubana no nacía para verse ensordecida por
esas obstinaciones, presentes en ambos lados del estrecho. La Colección Cultura
Cubana de la Editorial Plaza Mayor apostaba por la supervivencia de la
diversidad sobre la futilidad del atrincheramiento en los matices. Si se nos
quiso reducir a un esfuerzo "anti", pronto, con la aparición de otros títulos,
se constató que éramos un esfuerzo "pro". Si se nos percibió como una
coartada "contra", con el tiempo no ha quedado duda de que, tanto nuestro
impulso como nuestro espíritu editorial, parten de una voluntad nacionalista
y de una voluntad de aunar opiniones, ángulos y puntos de vista sobre un
tapete tan fértil, amplio y generoso como el suelo de nuestra isla [...]

     
[...] No ha primado en mí el afán de molestar al gobierno cubano per se,
y me sentí complacida en la reciente Feria del Libro de Guadalajara cuando
mi compatriota Abel Prieto señaló con honestidad y certeza: "[...] El esfuerzo
de la Editorial Plaza Mayor es serio e interesante". Además, dijo Abel que
"tenemos que buscar variantes para que los libros de Plaza Mayor circulen
en la isla". Aunque por el momento la circulación, entiéndase divulgación,
de los títulos se limita a mi presencia cada año en la FIL-La Habana, agradezco
y valoro la invitación que cursan desde hace cuatro años y confío en que iremos
encontrando las soluciones.
     
    
Tampoco ha primado en mí el afán de molestar al exilio cubano de Miami per se,
y me sentí complacida cuando recientemente comenzaron a circular con mayor
presencia ejemplares de la Colección en las librerías de lo que supone  sea
su mercado natural. Queda claro entonces que ambos lados del "asunto de lo
cubano" entienden que la Colección Cultura Cubana es seria e interesante y,
si me permiten, deseo añadir que necesaria también. Me llena de regocijo que
a ambos lados del "asunto de lo cubano", al cabo de poco más de tres años,
entiendan que es solamente un asunto cubano.

     
[...] De esa reflexión pausada se construye esta exploración de lo cubano
que inyecta "La Colección" con dinamismo nuevo para imaginar, renovar y
entender de diversas formas a Cuba. No se amuralla "La Colección" como un
espacio excluyente en el que podrían sobrar aquellos seleccionados de nuestra
ira. Por el contrario, "La Colección" se abre y accede para que la sientan
como hogar también aquellos con quienes podemos discrepar.
     
     
En otras palabras, la única censura que podríamos abrazar es aquella relacionada
con libros sin méritos literarios. De manera que nuestra Colección continúa
siendo única y necesaria. Se trata de publicar, como debe hacer cualquier
editorial seria, lo mejor de nuestras letras. Se trata de unir a través de
lo más inofensivo y de lo más importante a la vez, nuestra cultura -único hilo
común, no importa dónde vivamos nuestra Cuba [...]


[...] También me entristece pensar que cada vez que someto el plan de presentación
de los títulos que deseo lanzar, debo exponerme a la posibilidad de que surja
oposición por la inclusión de alguna obra de algún autor o autora que pueda ser
considerado "anti" o "pro", equis o ye. Nuestras letras, la calidad de nuestras
letras, nuestra cultura, nuestra historia, nuestras realidades, nuestras virtudes
o nuestros defectos, nuestra cubanía en su totalidad debe estar por encima
de todo criterio. Al final, no pasa nada. Al final, lo único que ocurre es que
somos hermanos, somos cubanos y siempre seremos cubanos [...]
     
     
[...] Críticos y académicos se interesan por esta ave blanca, mansa e ingenua
que quiere ser nuestra colección. ¿Cómo desafía y esquiva la encarnizada lucha
entre cubanos? ¿Cómo  se abre camino "entre" las antípodas? Las posibilidades
de la fe martiana pueden ser interminables [...]

Patricia Gutiérrez.


PALABRAS DE PRESENTACIÓN A "UN CIERVO HERIDO"

      Anatema es que un editor presente  a uno de sus autores. Este honor le tocaba
hoy a otro de mis autores, Gumersindo Pacheco, autor de "María Virginia está de
vacaciones". A diferencia del título de su novela, Sindo no está de vacaciones: dura
es la vida del escritor exilado y Sindo está en este momento cumpliendo con los
deberes de su primer trabajo en Miami, en el Restaurante La Carreta, de la Calle 8.
     
      Pero si anatema es que un editor presente a uno de sus autores, también
es un regalo del destino. Con mucho gusto he preparado estas palabras para
tratar de ilustrar a los presentes sobre una obra que nos da una nueva
dimensión, o un nuevo aderezo, o simplemente  otro detalle acerca de los
desaciertos que se originan al tratar de establecer un dogma a todo trance.
     
      Félix Luis Viera no es sólo autor, sino testigo y víctima de su propio
relato. Por el año 1965, las autoridades cubanas concibieron unas siglas
como sinónimo al horror: Unidades Militares de Ayuda a la Producción.
En el fondo, versión tropical de un campo de concentración a las que estaban
destinados aquellos que acusaban de supuestas lacras sociales, por razones
que podían incluir la "proclividad al delito" y que se manifestaban en
predelincuencia, escándalo público y alegada conducta impropia; tres
clasificaciones que llegaron a ser espantosas figuras delictivas por
aquella época.
     
      Era una época atroz. Por aquellos días llegaron a La Habana psiquiatras
de todo el mundo que analizarían en un Congreso de médicos la forma que
la homosexualidad podría ser curada en el ser humano. Señores, esto ocurrió así.
Pero las UMAP no serían solamente el destino de los homosexuales y se verían
enviados a las mismas, por igual, artistas, albañiles, bailarines, Testigos
de Jehová, aristócratas, trovadores, católicos, desertores del servicio
militar obligatorio, vagos, proxenetas y poetas.
     
      En el radicalismo estalinista se solía confundir al poeta con el
proxeneta. Aquellos hechos, uno de los episodios más oscuros del largo proceso
cubano, recuerdan el libro "Los hombres del triángulo rosa", de Heinz Heger,
donde se narra cómo los nacional-socialistas alemanes cargaron con los
homosexuales en Berlín, escudriñando los archivos de la policía, y los
llevaron al campo de concentración de Sachsenhausen.
     
      Félix Luis Viera ha escarbado como Heinz Heger en la memoria de aquellos
campos de las UMAP cubana, dedicados en sus inicios al castigo de los desertores
del servicio militar obligatorio para convertirse en poco tiempo en infernal
patio común de cubanos de todas las estirpes. Aquello que fue el escándalo que
provocó en su momento un severo comentario de Jean Paul Sartre al poeta
Heberto Padilla: "A los homosexuales de aquí les ha tocado ser los judíos
de este proceso".
     
      La novela de Félix Luis Viera es parte de nuestra memoria colectiva.
Ella hace comprensible aquel pasado, interpretándolo con honestidad, sin negarlo,
pero con la sabiduría de encontrarle un final conciliatorio, irónico,
entretejido a la realidad de una Cuba dolarizada, un final que me perdonarán
que no les revele en esta introducción. Compren el libro, allí están en la mesa
del amigo Salvat.
     
      Por las UMAP pasaron Pablo Milanés y Jaime Ortega Alamino, así como tantos
otros anónimos y algunos no tan anónimos que tal vez están aquí esta tarde junto
a nuestro autor. Pero por las UMAP pasó mucho más. En un análisis crudo y duro,
desbordado de honestidad, otro escritor que ya no está con nosotros, escritor
que también pasó por las UMAP, René Ariza, dijo con sabiduría algo que ya es frase
lapidaria: "El Castro que todos llevamos por dentro". Quiero decir con esto algo
que Félix Luis Viera deja claro en su libro: por las UMAP pasó nuestro espíritu
y nuestro modo de ser, pasaron nuestras virtudes y nuestros peores defectos.
        
      Confieso que cuando me enfrenté por vez primera al original de "Un ciervo
Herido", el primer sentimiento que experimenté fue de estupor. ¿Sería posible
que, en lo que llaman la "vida real", hubieran ocurrido en Cuba los hechos que
originaron esta novela?  De las UMAP, las eufemísticamente llamadas Unidades
Militares de Ayuda la Producción, poco sabíamos, a partir, sobre todo, de las
anécdotas escuchadas en uno y otro sitio, y de dos o tres textos periodísticos
y literarios que en mi opinión no han circulado hasta hoy en día como debió ser.
     
      Es decir, las UMAP son muy mencionadas en unas y otras cuartillas que leemos
por ahí, pero muy poco, casi nada, sabíamos hasta el presente de estos campos de
trabajo forzado que se establecieron en Cuba, justamente en la provincia de Camagüey
según nos informa "Un ciervo herido", en la década de 1960.
     
      ¿Por qué esta novela se titula "Un ciervo herido", fragmento de un verso tan
conocido de José Martí? De inicio, no vi relación entre un título, al parecer tan
inocuo, y la devastadora tragedia que se narra en la obra. El ciervo, me respondería
el autor, es emblema de la inocencia, símbolo de la víctima, y eso eran los confinados
en las UMAP: inocentes, víctimas, personas que no habían cometido delito alguno,
o si eran responsables de alguno, sería el de profesar una religión, o de tener
orientaciones sexuales calificadas de perjudiciales por las autoridades del gobierno
cubano, o de expresar modas y maneras que no se avenían con el proyecto de alcanzar,
en un futuro no lejano, ese sueño del Hombre Nuevo que, como tantos otros venidos
del mismo lugar y momento de la historia, nunca llegó a realizarse.
     
      Pero,  ¿por qué se toma para el título de la novela el ciervo de Martí y no
otro? "Porque según los iniciadores del proceso revolucionario comenzado en Cuba
en 1959, José Martí fue el autor intelectual del citado proceso, el promotor del
ideario que establecería las UMAP, de modo que según ellos debiéramos anotarle
a José Martí esta acción en contra de las más elementales dignidades del ser humano",
me contestó el autor, quien ha añadido en otras respuestas: "Las UMAP es una mácula
que el gobierno de la isla de Cuba no tiene manera de argumentar, de  justificar
desde ningún ángulo, no fue un acto defensivo, no fue una medida para enfrentar
esta u otra posibilidad de agresión presente o futura, fue, simplemente, un acto
atentador contra personas inocentes, una acción discriminadora que tiene su origen
en la enjundia excluyente del sistema político que concibió esta afrenta".
     
      Una afrenta que hasta el presente sus gestores habían hecho lo posible
por echar en el olvido,  pero que ahora, gracias a esta novela de Félix Luis Viera,
formará parte de la memoria de los tiempos.
     
      Pero no se trata de un documento, de una denuncia, "no se trata de un pase
de cuentas", como ha aseverado el autor recientemente. "Un ciervo herido" trasciende
el documento, no hay ira manifiesta en el texto, no hay denuncia a todo trance,
hay arte, si bien un arte literario apoyado  en la esencia del terror, en la
intolerancia, en el embate del Poder contra esas víctimas que todavía se siguen
preguntando cuál fue el delito cometido.
     
      Según sus propias palabras, Félix Luis Viera demoró treinta años en encontrar
el narrador adecuado para esta obra. "Debía ser un narrador con las características
subjetivas necesarias como para que la obra no fuera a dar en una retahíla de
hechos tremebundos que llegasen a aburrir no obstante lo impactante de los  mismos",
ha dicho.
     
      Esta es una novela armada a partir de movimientos o cuadros narrativos
que van en avance constantemente y que, en la medida que transcurre el argumento,
se van integrando para darnos una visión totalizadora no sólo de la vida terrible
en el campamento UMAP donde se halla Armandito Valdivieso, el narrador protagonista,
sino además lo que ha ocurrido y lo que va ocurriendo "por fuera", por ejemplo
en los llamados Comité de Defensa de la Revolución, cuya dinámica resulta una
de las piezas clave para el envío de Armandito a las UMAP.
     
      Creo que  la pericia del autor para ensamblar estos ángulos narrativos
es uno de los aciertos fundamentales de "Un ciervo herido", como lo son además:
el lenguaje, de suma intensidad, de altos valores poéticos, sin que podamos obviar
un raro sentido del humor que más bien nos remite a una sonrisa amarga, así como
un ánimo erótico que nos induce por el camino de lo patético en ocasiones.
     
      Es una frase sumamente socorrida esa de que algún libro nos ha atrapado
desde el inicio y que ya no lo podemos soltar. No me queda más remedio que
continuar gastando la frase: desde la primera página, "Un ciervo herido" me metió
de golpe en una historia cuya lectura no podía abandonar, si bien por rachas me
sacara las lágrimas, me pusiera al borde de la depresión.
     
      Un rasgo que quisiera destacar en esta novela es su imparcialidad.
Se advierte desde los inicios que Félix Luis Viera, mas que denunciar, expone
cuál debe de ser; mas que sancionar, pregunta; más que anatemizar, califica
con sumo pudor. "No les guardemos rencor, Madre, ellos también son víctimas
de una época, ellos se creen que están haciendo lo correcto" no escribiré con
odio sobre ellos", le dice a la madre en una carta el protagonista, refiriéndose
a sus verdugos.
     
      Como ya nos había demostrado en sus obras anteriores, Viera es un notable
hacedor de personajes. Inolvidables nos resultan en esta obra, además del
protagonista principal, Armandito Valdivieso, ese mulato jovial e iracundo
a la vez, Guillermo la Rumba, quien nada entiende de lo que está ocurriendo,
o El Artista, ejemplo sumo de la estoicidad, o Stalin Gómez, un ser en el fondo
candoroso que si bien actúa como verdugo, lo hace sin la menor idea de que
él en realidad es un peón de los verdaderos verdugos.
     
      Aparte pongo a la Madre, un personaje de tal fuerza dramática que por
momentos se roba toda la acción, una guerrera vencida, como ella misma se dice,
un ser desvalido, desesperado, cuyo coraje en demasía no le alcanza sin embargo
para resistir el drama que la aplasta.
     
      Deseo terminar mis palabras reiterando que esta novela, cuya otra ganancia,
en mi opinión, es que su estructura nos permite un fácil acceso para la
comprensión de la historia, está escrita, como toda obra literaria genuina,
desde la imparcialidad, sin cargar la mano hacia uno u otro bando, con la justeza
de quien desea preguntarnos cuando terminamos de leer el texto: bueno, ahora
dígame usted qué piensa.
     
      Este es un libro donde se confunden muchas veces las víctimas y los
verdugos pero es, sobre todo, un testimonio de fe en la libertad y en el poder
de cuatro letras que pueden ser más que unas siglas U M A P, sino otras: C U B A.

Patricia Gutiérrez.


//NOTICIAS

DISERTARAN ACERCA DE "MEDIOS MIXTOS: ENSAYOS
DE COMUNICACIÓN Y CULTURA".

Un conversatorio sobre el libro "Medios mixtos: ensayos de comunicación
y cultura", de Eliseo Colón, será realizado el martes 2 de diciembre a las
7 pm en Guadalajara, en la Casa ITESO Clavijero, Colonia Americana.

El evento es organizado por la Editorial Plaza Mayor y el Departamento
de Estudios Socioculturales del ITESO.
 
El autor dialogará con Alfredo Alfonso, Raúl Fuentes Navarro y Rossana Reguillo,
a propósito de la presentación de su obra durante la Feria Internacional
del Libro.

En el marco de la Feria, los libros de Plaza Mayor estarán expuestos
en el stand colectivo del Gremio de Empresas Editoriales Puertorriqueñas.


ANTONIO MARTORELL PRESENTARA LIBRO DE PLAZA MAYOR

El artista Antonio Martorell, colaborador especial en la edición del libro
"Keka en el Museo de Arte de Ponce", presentará esta obra de
Frances Bragan Valldejuly, en ocasión de las las ventas del Bazar
Navideño que organiza cada año la Fundación Pro Ayuda, en el hotel Marriot
de Condado.

El evento se efectuará el 4 de diciembre y el maestro Martorell
firmará ejemplares en el horario de 11:00 am a 1:00 pm.

La presentación oficial de este libro será el día 12 de diciembre a las
7 pm en el Museo de Arte de Ponce.

Se trata de la primera obra infantil y juvenil dedicada al Museo de Arte de Ponce,
institución que fundó el exgobernador Luis A. Ferre, fallecido recientemente
a los 99 años.

LIBROS DE TEXTO EN LA CONVENCIÓN DE ESCUELAS CATÓLICAS

La Editorial Plaza Mayor promoverá sus libros de texto durante la
Convención Anual de Escuelas Católicas, de la Diócesis de Ponce, que será
celebrada los días 4 y 5 de diciembre en las dependencias de la Academia
Santa María Reina, en esta misma ciudad.




///NOVEDADES

Frances Bragan Valldejuly
KEKA EN EL MUSEO DE ARTE DE PONCE
60 pp.
ISBN: 1-56328-269-0
Precio: $ 17.95

Aun cuando se orienta al lector juvenil, este libro de arte provee una riqueza
gráfica e informativa capaz de ejercer su efecto estético en todas las edades.

Con eficacia didáctica expone narrativamente la experiencia de una niña que visita
el Museo de Arte de Ponce.

El paseo polícromo culmina en el aporte de datos sobre las sugerencias para
organizar el singular recorrido de lectura de un museo, biografías resumidas
de los artistas cuyas obras son apreciadas en el libro y recomendación de otras
obras trascendentes.

Su formato y diseño gráfico expresan las distorsiones creativas en la mente juvenil,
y enriquecen su valor como primer libro de este género dedicado a un museo
de Puerto Rico.


Luis Manuel García Méndez
EL ÉXITO DEL TIGRE (Cuento)
192 pp.
ISBN: 1-56328-252-6
Precio: $14.95

Diecinueve relatos de fino humor e incisiva ironía forman, sin lugar a dudas,
una de las colecciones más interesantes de la postmodernidad narrativa de la región.

Su lectura bucea en el inconsciente colectivo caribeño para traspasar el universo
sin luz del absurdo cotidiano, los umbrales de otros mundos.

A esta inmersión se añade la de la soledad del hombre occidental contemporáneo
y la pérdida irremisible del cálido Nosotros del pasado, que se deriva en parte
del creciente grado de racionalidad e individuación; de la cosificación del ser
humano propia en las sociedades anómicas en que vivimos.


Antonio Álvarez Gil
LAS LARGAS HORAS DE LA NOCHE  (Novela)
232 pp.
ISBN: 1-56328-251-8
Precio: $12.95


La irracionalidad del amor, la redención del lugar común, la claridad
de propósito en la vida cuando se conoce la misión individual, tales son
los temas de esta entretenida novela, tratados con una mezcla de ingenio,
gracia y documentación que colocan a Álvarez Gil como un cultivador
cuidadoso de la novela de recreación histórica.

Se desarrolla entre abril de 1877 y agosto de 1878, en los tiempos en que
José Martí era un joven de 24 años que vivía y trabajaba como maestro
en la ciudad de Guatemala, y narra la historia de cómo Martí se enamora
de una joven, "la niña de Guatemala" en su poesía.

El idilio amoroso finaliza -fatalmente para la joven- con el casamiento
de Martí y el regreso de la pareja de desposados a la capital guatemalteca.

La muerte de María García Granados deja perplejos tanto a simpatizantes
como a enemigos, y causa la salida del país del brillante abogado acompañado
por su joven esposa.


Eliseo Colón
MEDIOS MIXTOS. ENSAYOS DE COMUNICACIÓN Y CULTURA
214 pp.
ISBN 1-56328-268-2
Precio: $14.95


La relación entre medios de comunicación y procesos culturales es el eje de este
libro, cuyos ensayos describen las trayectorias de proyectos y procesos culturales
diversos.

Sus esquemas de análisis asumen que los textos de los medios de comunicación están
inscritos en los proyectos y procesos que conforman culturalmente el tejido social.
Son el resultado de reflexiones y diálogos a través del tiempo y con diversos
interlocutores.

Los modelos propuestos tienen como interés principal definir las dinámicas culturales
que son incorporadas por las diversas textualidades de los medios de comunicación.

Pretenden, además, elaborar esquemas que permiten estudiar la manera en que estos
medios construyen un sujeto nacional a partir de los usos y apreciaciones que el
público hace de los textos.

Los modelos teóricos y metodológicos utilizados se ubican en el espacio cultural
latinoamericano.

_____________________________

CONTÁCTENOS:

Dirección postal: Avenida Ponce de León 1500, Local 2, El Cinco, San Juan,
Puerto Rico 00926.

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